Después de ver los arcanos mayores, vamos a enfrentarnos ahora al grueso de la baraja: los arcanos menores.
Realmente, como con todo, la primera impresión es engañosa. 56 cartas parecen muchas, pero se separan en 4 grupos de 14 cartas. Conocemos cada grupo como un palo, y representan distintas esferas de nuestra realidad.
He usado los ases del tarot de RWS para ilustrar esta entrada, porque no sólo muestran claramente el símbolo de cada palo, sino que los paisajes que hay en ellos definen bastante bien el tono de lo que nos vamos a encontrar en cada camino.
Oros

El entorno material. Se asocia con el elemento de tierra, y es lo que nos rodea que podemos percibir con los sentidos. Tiene relación, por tanto, con el dinero (y desde ahí se asocia a lo laboral), y también con la salud (poco hay más perceptible que nuestro propio cuerpo).
Copas

El entorno emocional. Se asocia con el elemento de agua, y es lo que sentimos, lo que nos llega al corazón. Aquí entran las relaciones sociales (las conexiones emocionales con la gente), y también nuestra propia percepción de nuestros sentimientos (es devolverle la mirada a los protagonistas de Del Revés).
Espadas

El entorno intelectual. Se asocia con el elemento de aire, y es lo que pensamos, la razón, y la lógica. También son las conspiraciones, las conclusiones locas que sacamos a partir de uno o dos hechos sin importancia, y las consecuencias de nuestra necesidad de «tener razón» (por algo las espadas tienen doble filo).
Bastos

El entorno creativo. Se asocia con el elemento de fuego, y es la chispa que, trabajando con los otros tres elementos, expresa nuestros deseos de forma auténtica. Es la pasión. Esto implica intensidad, lo primero, y reafirmación y defensa de los valores propios, de lo que eres en realidad.
Después de saber esto, echa un vistazo a los cuatro palos. ¿Con cuál te sientes más a gusto? ¿Cuál te costaría más interpretar? Tienes más pistas en el texto alternativo de cada imagen. ¡Te espero en comentarios!